domingo, 23 de enero de 2011

Me tiraste una encuesta y tan amarga, con una mano tan candida y tan pura, que no menos precie su arquitectura y probe su amargura sin embargo

Que las encuestas están de moda no hay duda, Que buena parte de los medios utilizan las encuestas y su publicación como un valor añadido a la venta y distribución de su información, tampoco. Por cierto alguna vez me parece cuando se anuncia: “mañana con nuestro diario nueva encuesta sobre…” a aquello de “mañana con nuestro diario un cinturón de caballero y un fular de señora exclusivo”.

El impulso más grande de las encuestas pertenece al mundo de los estudios de mercado en su sentido más mercantilista de venta de producto. Antes de sacar un nuevo producto se investigaba que posibilidades de venta y aceptación tenia, incluso dependiendo del resultado de estudio, se modificaban las características del producto, incluso se decidía su retirada.

Con su practica y uso en el campo de las contiendas políticas, las encuestas han entrado digamos a ser consumidas ellas mismas como producto, admitiendo todos o casi todos los eslóganes comerciales posibles.

Doy ejemplos: Algunos dirigentes o medio dirigentes, esto lo he oído yo, y creo que muchos, dicen aquello de:..”Según encuestas que manejo en la actualidad, nuestra candidatura….”, las utilizan como símbolo de poder, de distinción de casta, ellos manejan encuestas, el resto de los mortales solo las leemos e intentamos interpretar hasta donde llegan nuestros conocimientos. Para este “segmento se me ocurre el eslogan de IKEA, “pon una encuesta en tu vida “, o para los que no "manejamos” otras encuestas que las publicadas,  se me ocurre el poema de León Felipe...”que lastima que yo no tenga una casa solariega, ni una encuesta, ni una cama, ni el retrato de un mi abuelo”

Pero las encuestas son también armas de acción directa, se intentan por si mismas influyan como medio propagandístico, un ejemplo lo tenemos en el grupo Prisa, incomodo hace tiempo ya con el actual presidente de gobierno, publica y publica “sus encuestas” que advierten de la “hostia electoral “a no ser que se cambie de candidato. En este caso también se lo que piensa el actual presidente en este caso con palabras de Miguel Hernández, “Me tiraste un encuesta y tan amarga, con una mano tan calida y tan pura, que no menos……..”

En fin que a mi las encuestas como que despacio. Utilizarlas como elemento distintivo de poder ya no tiene sentido por que las puede tener cualquiera, y si no se la inventan, así que no distinguen a nadie, a parte de lo pedante que queda eso de” según las encuestas que manejo..”, pasando a ser mas símbolo de mediocridad.

Su consumo, pues depende, si son gratis pues se puede dar un vistazo, pero sabiendo como las gafas y los cinturones que regalan los domingos que son poco fiables.

Yo si quiero comprar una gafas, casi prefiero una óptica, si quiero un cinturón pues un comercio especializado y si quiero hacer política e intentar conocer las opinión de mis conciudadanos pues hablo con ellos, muchas veces, casi siempre, se conoce mejor a la gente dándose un vuelta por la Calle Ancha, Palillero o Cortadura y hablando con la gente, eso si, si nos consideramos gente a nosotros mismos.


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