martes, 15 de mayo de 2012

Charmander no es japonés, es de Málaga.

Yo soy mas de Heidi, érase una vez el hombre y don Pipón. No porque me pillaran en plena niñez, no, mas porque me pillaron en plena crianza de la descendencia. Me habían hablado mucho de él. La verdad, mas por la imaginación que por la realidad me lo había imaginado chiquitín, con una honda en mano, buscando a cualquier Goliat a quien derrumbar. Es lo malo de eso, de la imaginación.

Luego nos presentaron, y de chiquitito nada. Su mas de 1'85 me hizo romper las ideas preconcebidas, como casi siempre para mejorarlas . Su aire de despiste, la necesidad de servicio de interpretación o traducción no le quita ni una mijita su aire de dragón de fuego. Lo que mas me llama la atención, es que ese fuego siempre lo lanza con una mirada clara, directa, sin dobleces. Su vuelo es alto, lo utiliza para vernos a todas desde arriba, en la perspectiva que da la altura de la moral.

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